Un mundo de papel



     Paseaban por la vida sobre un mundo de papel. Eran los príncipes de los cuentos, los villanos de las historias, los soldados de un ejército o los protagonistas de una obra. Mientras paseaban por su mundo de papel podía ocurrir cualquier cosa, no había un guión establecido, ni normas, ni compromisos, sólo las ganas de soñar. Los paseos podían comenzar con una pregunta o simplemente entrelazando unas cuantas palabras o enredándolas con silencios, para finalmente terminar aquel paseo en el mismo punto donde lo habían comenzado. De vez en cuando las palabras se les iban de las manos, y terminaban discutiendo por una mínima tontería que había comenzado como un juego infantil. Pero la mayoría de las veces, los paseos eran infinitos, podían empezar en un país y terminar en otro continente. Les encantaba coger flores por el camino, tumbarse a mirar las estrellas, o escapar... a veces tardaban años en encontrarse de nuevo. Con frecuencia se planteaban dejar aquel mundo de papel, hacer de él una pelota y depositarlo en una papelera. Pero ese papel es tan largo y guarda paseos tan bonitos, sueños aún no alcanzados, lugares no visitados, secretos por descubrir, rincones por compartir;  que su mundo de papel ahí les sigue esperando.

      Quizás alguna vez hayáis paseado por alguna de las veredas de ese mundo, solos o en compañía, quién sabe, la vida está llena de mundos de papel, de historias, de cuentos y de libros.

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