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¿Quieres publicar tu libro en Amazon y no sabes por dónde empezar?

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  ¡Pues aquí estoy para ayudarte! Tengo una larga experiencia en la publicación de libros en Amazon, así que sé cómo funciona y las dudas que te puedes encontrar por el camino. De todos modos, si algo va mal durante el proceso, no te preocupes que todo se queda en borrador hasta que tú decidas su lanzamiento. ¿Listos? ¡Allá vamos! Primeros pasos El primer paso te parecerá una obviedad, pero no podemos saltárnoslo, y es tener nuestro manuscrito guardado en formato Word, PDF, html… (El que utilizo para ebook es Word, y para papel en PDF).  Abre una cuenta registrándote en Amazon KDP  (si no la tienes) o inicia sesión si ya lo hiciste. Una vez dentro, pulsamos crear.  ¿Y ahora qué opción elijo? ¿ebook o papel? ¿Con tapa dura o blanda? Yo opto siempre por empezar por lo más fácil, ebook Kindle. Los demás vendrán solos, después, cuando hayas aprendido este. En realidad solo varía que tendrás que elegir el tamaño del libro, tipo de papel, y que la portada lleva lomo y contraportada. El rest

Relación entre la web de cita previa del DNI y una partida de Mario Bros

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Yo no sé si soy muy torpe, si me ha pillado en un mal día o si la web de cita previa del DNI está diseñada para que acabemos adictos a la tila. Me disponía esta mañana a sacar cita para renovar los DNI de mis hijos. Así que abro la web, pongo el número del mayor, la letra en la casilla correspondiente, el número de equipo (que no sé lo que es, pero viene atrás), la fecha de caducidad y relleno el casillero de la verificación captcha. Hasta ahí todo ok. Paso a la siguiente pantalla y no veo la opción de agregar también la cita del pequeño, pero continúo y veo la que me da a elegir entre DNI o pasaporte. Imagino que vendrá más adelante lo de cita doble. Llegamos a la siguiente pantalla: mapa de España, elijo provincia. Me ofrecen elegir comisaría, todo correcto, y ya aterrizo en la de fechas disponibles. Leo que si he elegido la opción de cita múltiple, debo tener en cuenta al escoger una franja horaria que tenga dos citas consecutivas. ¡Mierda! Mal empezamos. No he cogido l

Qué sencillo es ahora

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Cuando pienso en todas las herramientas que tengo para escribir, valoro más los libros que se escribían antes. Solamente la diferencia entre usar un ordenador y una máquina de escribir ya es abismal. Jamás he escrito a máquina (me refiero a escribir bien, no a aporrear con dos dedos, y solo la usaba para presentar algún trabajo de clase). Aprendí a escribir con todos los dedos cuando tuve mi primer ordenador de mesa, con un CD que compré para aprender mecanografía (Acutype se llamaba, si no recuerdo mal, o algo por el estilo). El otro día intenté imaginarme escribiendo una novela sin ordenador. Me senté mentalmente delante de mi escritorio y recreé cómo sería hacerlo. Necesitaría un cuaderno al lado, claro, para crear la estructura, y un tablón de corcho, para organizarlo todo, ya que no tendría Scrivener. Una vez hecho esto, empezaría a buscar nombre a los personajes principales y secundarios, pero claro, no dispondría de los listados de nombres que me ofrece la red, y lo mismo

Mi relación con Wallapop

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      Hace unos meses, me mudé de casa. Durante la mudanza, me di cuenta de que tenía muchos trastos, que ya no me hacían falta, y colecciones de libros antiguas que llenaban estanterías que ahora no quiero poner. Nunca he sido coleccionista, tiendo más a ser práctica. El caso es que se me ocurrió abrir una cuenta de Wallapop. ¡Madre mía, madre mía, Wallapop…! ¡¡¡Qué descubrimiento!!! Enseguida me puse a hacer fotos como una posesa de todo lo que se cruzaba en mi camino. Hasta los niños empezaron a sacar trastos de sus habitaciones. Lo peor de todo es que es un círculo vicioso, tú pones tu mercadillo en venta, pero enseguida entras a curiosear lo que venden otros, y el mundo vintage, midcentury… me requetechifla. Así que empezaron a entrar más artículos de los que salían. Hasta el punto de que me puse un control parental para no abrir la aplicación a no ser que recibiera banderillas rojas de notificación con mensajes de posibles compradores.       Así estoy funcionando ahora. So

¿Qué hay del olor a libro?

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      Ventajas indiscutibles de la lectura electrónica: irme de viaje cerca de dos meses fuera del país y poder llevarme toooooodos los libros que quiera (¡y en el equipaje de mano!!). Sí, confieso que puedo prescindir del olor a libro y del dulce crujir al tacto de sus páginas... Eso tan evocador que escucho decir incluso a gente que ni siquiera se ha acercado a un libro desde que iba al instituto. El olor a libro. El olor a papel recién cortado y encuadernado. El olor a librería de viejo… Ese olor… mmmmmm. Sí, me gusta el olor que desprenden las librerías y los libros, del mismo modo que me encantan las papelerías y toquetear los lápices, las agendas, las gomas de borrar… mmmmm… ¡las gomas de borrar! Pero no por ello me gusta más escribir a lápiz que a bolígrafo ni prefiero este último a mi teclado del ordenador. Adoro escribir, y no soy de las que siempre llenan libretas para luego pasar lo escrito al ordenador. Tiendo a ser práctica y solo utilizo ese medio si no me encu

Cuando la escritura es un hobbie

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      Cuando me aficioné a la escritura, enseguida noté que me producía una especie de adicción, lo mismo que ocurre cuando me sumerjo en la lectura de un libro que me atrapa. Pero también reconozco que a veces me encuentro saturada y lo que menos me apetece es abrir el procesador de texto. Para mí escribir no es ninguna terapia. Escribo por gusto y pasión, y en momentos de apatía o de bajón no me obligo a escribir. Me doy la libertad de abandonar la escritura temporalmente, aunque esté sumergida en una novela. No me gusta hacerlo por obligación ni bajo presión.       Esta afición mía nació como un hobbie y así me gusta seguir disfrutándola, ya que, por suerte, no me veo obligada a vivir de ello. Y lo bueno de esto es que disfruto de lo mejor que tiene la escritura: escribir. El vender o dar el producto a conocer es la parte más tediosa del proceso y, aunque me obligo a dar publicidad a mis libros, sé que no soy lo constante que debería. Quizás por eso al principio pens

Incertidumbre y miedo escénico

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      Con los libros pasa como con los hijos: no somos nada, pero que NADA, objetivos —y quien diga lo contrario miente—. Para un escritor, cada uno de sus partos es lo mejor que se ha parido hasta el momento, y ¡ay del pobre que le ponga faltas a su criatura!… Aunque ello no significa que no tengamos claro que para el resto del mundo no será así y nos acojonen las críticas. Y con cada libro a la espalda, más intimida el asunto. Es algo normal, somos humanos. A nadie le gusta que vapuleen su trabajo. Y el problema de dedicarse a esto es que lo exponemos a juicio del gran público. Y la mayoría del público de hoy en día no está callado y a su bola. No cierra el libro y lo guarda y a otra cosa. No espera a encontrarse con otro amigo lector para recomendarle, o no, su última lectura. Lo tenemos frente a nuestros ojos, como en un escenario. Antiguamente, el escritor se sometía a las críticas en los medios de comunicación tradicionales. Imagino que si recibía críticas directas por