Cosas del azar
No soy aficionada a los juegos de azar. Me encanta el poker, porque aunque el azar interviene en el sorteo de cartas, la que lleva el juego soy yo. Soy una jugadora camicace, eso me dicen los que entienden y esto hace que juegue demasiado al farol y que me arriesgue a lo loco, las consecuencias es que soy una jugadora sin medias tintas, o gano o lo pierdo todo (lo mío y lo de el de más allá). Otro fallo que tengo es que cuando tengo buenas cartas mis ojos brillan y lo huelen rápido, así que la próxima vez que juegue pienso disfrazarme como los de los torneos de la tele.
Ayer estuve en el casino. (Ahora viene cuando pensáis que soy ludópata por lo menos) Era mi primera vez, bueno, nuestra primera vez, íbamos dos parejas. Decidimos antes de entrar probar sólo con 25 euros cada uno y cuando se fundiesen marcharnos, (yo les pedí que aunque rogara y pataleara, por favor, no se les ocurriese dejarme comprar más fichas) se trataba sólo de pasar un buen rato. La traducción de 25 euros en el casino eran 10 miserables fichas... con ellas nos fuimos a una mesa de la ruleta. Hacía unos cuantos meses me había leído “El jugador” de Dostoievski y creo que me faltó tomar algunos apuntes, ya que cuando llegamos se notó a la legua que éramos novatos, y el crupier nos endosó, nada más vernos, un manual de instrucciones...
Un amigo que entiende bastante de esto, cuando iba de camino me indicó que tirase de poquito en poquito, por ejemplo al rojo, y que si no salía en dos veces seguidas, que no me cambiase al negro, porque justo si me cambiaba saldría el rojo... Yo no sé si es que no le entendí bien o que me tomé su recomendación demasiado al pie de la letra, aposté todas las veces al rojo, el negro ni lo pisé, incluso me atreví con los números. Le pregunté al Crupier en un momento dado, por qué todos apostaban al negro, yo estaba solita en el rojo, y me contestó que porque ya había salido cuatro veces seguidas el rojo. Yo, que seguía empeñada en ir contra las estadísticas, las supersticiones y todas esas pamplinas, seguí fiel a la roja como en el mundial. Vi en una columna un panel donde aparecían los números que habían ido saliendo en las distintas tiradas, así que decidí apostar siempre por los que ya habían salido anteriormente.
Resultado de la noche, mis tres acompañantes perdieron sus 25 euros, yo me fui con 100 euros en el bolsillo y una lección bien aprendida. "En este juego no hay reglas, la suerte es cosa del azar".
Se me olvidaba, el rojo salió nueve veces seguidas ;)
Ayer estuve en el casino. (Ahora viene cuando pensáis que soy ludópata por lo menos) Era mi primera vez, bueno, nuestra primera vez, íbamos dos parejas. Decidimos antes de entrar probar sólo con 25 euros cada uno y cuando se fundiesen marcharnos, (yo les pedí que aunque rogara y pataleara, por favor, no se les ocurriese dejarme comprar más fichas) se trataba sólo de pasar un buen rato. La traducción de 25 euros en el casino eran 10 miserables fichas... con ellas nos fuimos a una mesa de la ruleta. Hacía unos cuantos meses me había leído “El jugador” de Dostoievski y creo que me faltó tomar algunos apuntes, ya que cuando llegamos se notó a la legua que éramos novatos, y el crupier nos endosó, nada más vernos, un manual de instrucciones...
Un amigo que entiende bastante de esto, cuando iba de camino me indicó que tirase de poquito en poquito, por ejemplo al rojo, y que si no salía en dos veces seguidas, que no me cambiase al negro, porque justo si me cambiaba saldría el rojo... Yo no sé si es que no le entendí bien o que me tomé su recomendación demasiado al pie de la letra, aposté todas las veces al rojo, el negro ni lo pisé, incluso me atreví con los números. Le pregunté al Crupier en un momento dado, por qué todos apostaban al negro, yo estaba solita en el rojo, y me contestó que porque ya había salido cuatro veces seguidas el rojo. Yo, que seguía empeñada en ir contra las estadísticas, las supersticiones y todas esas pamplinas, seguí fiel a la roja como en el mundial. Vi en una columna un panel donde aparecían los números que habían ido saliendo en las distintas tiradas, así que decidí apostar siempre por los que ya habían salido anteriormente.
Resultado de la noche, mis tres acompañantes perdieron sus 25 euros, yo me fui con 100 euros en el bolsillo y una lección bien aprendida. "En este juego no hay reglas, la suerte es cosa del azar".
Se me olvidaba, el rojo salió nueve veces seguidas ;)
Jajajajajaja qué cosas te pasan :)
ResponderEliminarBesotes^^
Mi comisión ronda el 10%, que eso en visitas a la piscina deben ser.... unas cuantas visitas ¿no?, jeje. Enhorabuena
ResponderEliminarEso está hecho, tu ayuda fue la clave del éxito jajajaja
ResponderEliminarIsi, tienes razón, me pasan cosas rarísimas, espero que las próximas sean tan rentables como esta última :)
ResponderEliminarBesotes
Hola Sara
ResponderEliminarA que casino has ido? A torrequebrada?
Pudiste ver la accion en las mesas de poker?
sabes que niveles se juega?
saludos de una fan del poker!
No te puedo ayudar mucho al respecto, porque yo al poker sólo juego con amigos, y mi nivel es bajísimo, al Texas Holdem aprendí el año pasado.
ResponderEliminarY como no tenía pensado jugar no me acerqué a ninguna mesa de poker, sólo a las de la ruleta.
Un saludo.
Lady in poker, en Torrequebrada se juega Cash con ciegas 2/5. Hay torneos todos los lunes 50€ con rebuys ilimitados 4 niveles. Además en septiembre empiezan la liga paradise (los 2º sabados de cada mes) patrocinada por Paradise Poker y la liga Unibet (primer jueves mensual) Además el 3 sábado del mes hay liga andaluza y el último domingo de mes liga universitaria. Puedes ver toda la información en la web del casino. Sino puedes preguntarme en mi mail: jis13@hotmail.com. Un placer.
ResponderEliminar¡Ay mi madre!, si ahora soy relaciones públicas de Torrequebrada jajajajaja. Estuve a punto de remitirla a tu blog, Ignacio, pero me dio cosa pasarme de confianzas.
ResponderEliminarjajaja.... pues nada! podemos utilizar tu blog para tomar unas lecciones de juegos de azar. Para cuando me toque ir a mí, que me voy a pegar a tí como una lapaaaa... bueno, y al señor crupier...jajaja
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