In fraganti



     La misma cantinela otra vez. Ese ruido acompasado que atormenta su cabeza, evocando aquella desgarradora imagen. Sabe que no debe salir. Se cubre con la almohada para amortiguarlo. Aún así no desaparece y la escena acude a su mente:

      —¿Duele mamá?

      —¿Qué haces aquí? ¡Vete a tu cuarto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué el cartero siempre llama a mi casa?

Relación entre la web de cita previa del DNI y una partida de Mario Bros

El niño que perdió su sombra