Aquella Navidad...
No recordaba cuándo fue la última vez que había creído en la Navidad. No se llevaba bien con el brío que despertaba en la gente aquellas fechas, en las que todo el mundo parecía flotar en una poción mágica de la felicidad, mientras que otros parecían naufragar en silencio, luchando por mantenerse a flote y no quedar sumergidos en una profunda soledad.
Pero aquella Navidad no había comenzado con la misma apatía. Algo dentro le pedía sonreír y compartir su alegría, respirar profundamente cada partícula de aquel aire frío de diciembre, admirar aquellas luces que adornaban su ciudad. Y ese algo que había cambiado su mundo eran los ojos de aquel niño que paseaba arropado en sus brazos, su hijo. Un niño de mirada espléndida que había nacido ese año y que le estaba enseñando una bonita lección. Porque aquello que estaba sintiendo no podía ser otra cosa, debía de ser lo que todos llamaban: “El espíritu de la Navidad”.
Pero aquella Navidad no había comenzado con la misma apatía. Algo dentro le pedía sonreír y compartir su alegría, respirar profundamente cada partícula de aquel aire frío de diciembre, admirar aquellas luces que adornaban su ciudad. Y ese algo que había cambiado su mundo eran los ojos de aquel niño que paseaba arropado en sus brazos, su hijo. Un niño de mirada espléndida que había nacido ese año y que le estaba enseñando una bonita lección. Porque aquello que estaba sintiendo no podía ser otra cosa, debía de ser lo que todos llamaban: “El espíritu de la Navidad”.
(Para Elena, espero que te guste y te sirva para lo que quieres. Un fuerte abrazo)
Uhhhhhhh!!! pero que lindo leerte sarita bella!!!
ResponderEliminarSoy karina (nemesis0nyx) en el foro, precioso minirelato ;)
Gracias Karina ;) mira que os gusta poneros un nombre en cada sitio para que una despistada como yo vaya por la vida perdida... :P. Me alegro de verte por aquí, muchos besotes.
ResponderEliminarMuchas gracias Sara, me va a servir seguro.
ResponderEliminarTe leo muy amenudo. Un besazo muy fuerte para ti y tus chiquitines.
Si vienes dime algo y nos vemos .
Elena.
Gracias a ti por dedicarle un ratito a mis letras ;)
ResponderEliminarBesotes
Bonito. La navidad es de los niños y para los niños. Cuando uno deja de serlo (hay quien tiene la suerte de no dejar de serlo nunca), la recupera cuando la ve disfrutar por sus hijos.
ResponderEliminarEspero que a Elena no le importe compartirlo con todos aquellos que lo hemos leido y sentido.
No creo que le importe, ella lo quiere precisamente para compartirlo ;)
ResponderEliminarEn estas fechas la soledad parece mas sola y las sonrisas parecen que llevan mas felicidad, pero lo importante, y debería serlo todo el año, es apreciar ese momento, ese instante por pequeño que sea en que hay alguien al otro lado.
ResponderEliminarPreciosa historia Sara
Gracias, Carlos. Quizá también la gente se siente más sola porque es cuando más se reunen las familias, y más se acusa y se echa en falta, a los que han sido tan importantes y que ya no están para compartir esos momentos.
ResponderEliminarPara muchos no es fácil la Navidad. Pero tienes razón en lo que dices, hay que aprovechar esos instantes en que hay alguien al otro lado.