Pompas de jabón


      Se sentó en la pendiente más alta del parque para hacer pompas de jabón. Era una tarde cálida de principios de primavera. Me hubiese gustado decirle que no había elegido el mejor día para las pompas, que esas criaturas transparentes y ligeras gustan de la humedad de la atmósfera, y que el calor rompe su tensión superficial con facilidad; pero quién era yo para racionalizar un concepto que a simple vista se muestra mágico y misterioso.

      Salió una pompa gigante que intentó sujetar con la palma de su mano sin mucho éxito, mi mente ya se había adelantado a ese desenlace, segundos antes de que estallase.

      Me senté en un banco a leer el periódico. Sentí una gota húmeda rozar mi mejilla y otra que me acarició el brazo. Al instante me di cuenta que se trataba de una pompa de jabón. El aire cálido de sus pulmones hacía que se elevasen para después terminar cayendo.

      Mi manía de buscarle una explicación a todo, hizo que me preguntase cómo podían haber caído sobre mí, si el aire soplaba en dirección opuesta y ella no se había movido de su sitio; esta apreciación me hizo cerrar el periódico, para continuar observándola.

      Ella seguía haciendo pompas como si hubiese encontrado dentro de una, su refugio. Comencé a seguir la trayectoria de una pompa que se acercaba, con verdadero entusiasmo, desde que era niño no me había vuelto a fijar en ellas con expectación. Admiré su figura perfecta, su textura invisible y su efímera existencia. Fue entonces cuando no sólo entendí, si no que comprendí que algunas esencias se pierden con el razonamiento, que a veces es necesario no reflexionar ni buscar explicación a las cosas, si no disfrutarlas en su estado puro, como nos son ofrecidas.

      Eché un vistazo hacia el cielo, miles de pompas de jabón jugaban con los rayos de aquel sol de primavera, regalándome en su superficie reflejos del arco iris, y mostrándome dentro de su aliento recuerdos de alguna vez.

Comentarios

  1. Es precioso el texto, nena^^

    Besotes!!!

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  2. ¿Qué tal el exámen, lo hiciste ya?

    Mucha suerte!!! ;)

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  3. Anónimo21/6/10

    Lo has contado muy bien y es verdad, hay ocasiones en las que compensa más no darle vueltas a las cosas y disfrutarlas.
    Salu2

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  4. Precioso, con tu permiso, lo comparto!

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