La viuda
«Tranquilo, esta es sorda», informó al sicario de su marido cuando vio asomar las coletas de la niña y la instó a marcharse con signos.
Al salir se cruzó a su gemela, extrañada de no verla con trenza. A su madrastra le gustaba tenerlas bien diferenciadas.
(XII Edición de la Sortija en OZ)