Si pudiera pedir un deseo antes de morir



      «¡Regresa! ¡No puedes respirar ahí fuera!», me advirtieron a voz en grito. Primero fue la luz que se coló, precediendo al trueno; como broche de aquella vida de oscuridad. No quise escuchar sus súplicas. 
      Y decidí que era lluvia. 

 (XIV Microjustas Literarias Tema: estatuas)

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