Conflicto de intereses


      —Sólo tienes que meter la mano y manejarla con tus dedos —explicaba la niña, encantada, recreando en su imaginación el momento donde las marionetas se fundirían en ese beso soñado fuera del escenario.
      El muchacho, nervioso, consultaba su reloj, impaciente por lanzar las canastas que le había prometido después.

(XIII Edicion de las Microjustas OZ)

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué el cartero siempre llama a mi casa?

Relación entre la web de cita previa del DNI y una partida de Mario Bros

El niño que perdió su sombra