Diario de una escritora indie
Os preguntaréis qué vengo a contar aquí. Pues es una buena pregunta… no lo sé ni yo. Pero siento que cuando termino una novela y la lanzo al mercado, me quedo como vacía, con ansia viva de volver a crear algo. Aunque no suelo forzarme a ello. Necesito que ese paso surja solo; que me llueva una idea de la nada, aunque solo sea una frase a la que dar forma o un personaje que me llama. Mientras tanto me dedico a leer y a deambular sin rumbo fijo, a dar patadas a una lata de refresco mirando al suelo —mentalmente— y preguntándome si esa habrá sido la última. Si ya no se me ocurrirá otra historia. Si tendré que dejar de escribir. Si será el fin de mis días… No, no llega a tanto la cosa. Pero, para no seguir dándole vueltas al asunto y no comerme el tarro, se me ha ocurrido aprovechar el tiempo con esta sección que he titulado: Diario de una escritora indie . ¿Que qué voy a contar en ella? Pues todo lo que se me ocurra, que se me haya pasado por la cabeza antes o durante e