Echo de menos lo auténtico
Hacía mucho que no me ponía a escribir sin más. Me refiero a escribir sin construir una historia o relato, a expulsar un pensamiento que me ronda por la cabeza. Realmente aquí no he plasmado muchos, suelo dejarlos en el tintero. Hoy, dando una vuelta por las redes sociales, me ha surgido preguntarme en qué mundo de locos vivimos, refiriéndome al tipo de vida hacia el que nos hemos ido proyectando con la tecnología. No damos un paso sin publicarlo antes en nuestro Twiter, Facebook, Instagram, G+… como si nosotros mismos quisiéramos entregar nuestra vida para formar parte de un Reallity gratuito. ¿Y a dónde nos llevará esto? Es una de las preguntas que me hago. Paseando por las redes sociales detecto mucho rencor, a veces dolor, quejas la mayoría, pero lo que más me gusta es encontrar felicidad. Hay gente que comparte muy poca felicidad, y no creo que sea porque no la vive ni la siente, sino porque gusta de esa fachada derrotista, de ese afán por el victimismo, tal ve