La comunidad
Hace unos días, un amigo comentaba en su facebook que se estaba recuperando de una reunión de vecinos. Ese comentario me hizo recordar que hace unos diez años, en la comunidad donde vivía, me nombraron presidenta sin haber presentado candidatura alguna. Era mi primera casa y no entendía bien cómo funcionaba el asunto de las elecciones, aunque me hubiese dado igual entenderlo, pues poco a poco fui descubriendo que allí no existían unos estatutos comunitarios, allí la ley la imponían dos cabecillas, los hombres que vivían en el 4º y 5º izquierda (especifico lo de hombres porque las mujeres casadas no eran bien recibidas en las reuniones vecinales, allí los que asistían eran los machos alfa). La primera reunión fue toda una experiencia. Los asistentes, como ya he dicho antes, eran hombres, excepto las vecinas del primero que eran una señora viuda y la otra soltera. Así que, como comprenderéis, cuando aparecimos en la reunión mi marido y yo, juntitos en amor y compaña…