Olores y recuerdos

Siempre he pensado que los olores transmiten más sensaciones que los sonidos o incluso que las imágenes, nos trasladan desde lo más profundo a ese instante ya vivido. Hoy he tenido una experiencia de esas mágicas con una cazuela que pertenecía a mi abuela. Es una cazuela de madera para hacer ajoblanco (una especie de gazpacho típico extremeño, supongo que también es de otras provincias). Mi abuela tenía una grande, donde habitualmente hacía el ajoblanco, y una pequeñita. Recuerdo que una vez, tendría unos siete u ocho años, me empeñé en hacer un ajoblanco con ella. Una de las normas de hacer ajoblanco, al menos para mi abuela, era no mirar la cazuela mientras la cocinera elabora la masilla, solo ella puede hacerlo. Yo era muy tramposa o curiosa, y mientras ella permanecía sentada concentrada en la cazuela, aparecía yo sigilosa como una sombra y me escondía detrás de su hombro para mirar, intentando tal vez averiguar si se cumplía o no esa extraña regla d...