¿Por qué escribir?
Hace seis años ya desde que me aventuré en esto de escribir una novela. Quizás os preguntéis cómo se plantea uno lo de convertirse en escritor. Lo cierto es que nunca lo hice. Mi intención jamás fue ser escritora. No es algo que llevara arrastrando desde mi más tierna infancia ni una aspiración. En mi caso fue todo accidental. Hasta podría garantizar —aunque a partir de ahora se me critique hasta la muerte— que mi vocación surgió de puro aburrimiento. Sí, lo sé, suena fatal. Vamos a adornarlo un poco y diré que la curiosidad y mi exceso de tiempo libre me empujaron a ello. Decidí, al tener a mis hijos, no trabajar fuera de casa. Vivimos en una ciudad lejos de la familia y era bastante complicado conciliar la vida familiar con la laboral. Más aún que para las familias que viven en sus ciudades de origen. Al principio, como ya sabréis los que tenéis hijos, el tiempo que demanda un bebé es prácticamente en exclusividad suyo. Después, cuando entran en el colegio, la cos