Despechada



      Llevaba tiempo intentando conquistar su corazón, pero el muy cabrón se la tiraba y volvía tranquilo junto a su esposa. El horno sonó, el asado estaba listo. Puso la mesa, conectó la cámara del móvil y se colocó los pechos; iba a pillarle por los huevos.

     Otro nuevo plantón.

(Microjustas literarias XIV Tema: horno, huevos y sabor amargo)

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