En memoria...


Hace más de seis años se fue una de las personas más importantes de mi vida. Recuerdo su cara con sus arrugas, vestigio del paso del tiempo; sus gestos tranquilos y serenos; su voz siempre amable y cariñosa; sus paseos con mi mano cogida; sus tirones en mi pelo con el peine; sus guisos, con el sabor de toda la vida; sus besos. Forman parte de mi pasado, de mi niñez, de mi historia.

Mil veces he tratado de evocar aquellos momentos lejanos, para revivirlos y disfrutarlos como entonces. Que mi memoria me obsequiase con un presente, como si volviese de un largo viaje o como si fuese Navidad. Pero mi mente a veces se vuelve perezosa y difusa, y no me deja rememorarlo con pulcra nitidez.

Hace un año siguió sus pasos su compañero, su alma gemela, su mejor amigo. Él pudo compartir más momentos, conocer a sus bisnietos, abrazarles, pasear con ellos de la mano, besarles. Ahora vuelve a mi cabeza otro pedazo de mi historia que se mezcla con la antigua hasta conseguir una fusión, donde mis dos seres tan queridos comparten sus reliquias y disfrutan de su conmemoración.


Comentarios

  1. Anónimo7/4/10

    Es imposible sustraerse al cariño tan entrañable que nos profesan nuestros abuelos.

    Recordarles es como volverlos a tener a tu lado.

    Bsos

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  2. Y siempre los echarás de menos. Pero estén donde estén, nos están viendo y sonríen con nuestros progresos en la vida.

    Besotes^^

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  3. Anónimo28/12/10

    Que chulo Sara, se lo merecian, porque todos los abuelos son geniales, pero tus abuelos eran dos bellas personas. Y tu abuela yo siempre la recuerdo serena, tranquila y llena de humildad.

    Un besazo.

    Elena

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